La metodología LOPA es una técnica semi-cuantitativa para asignación del nivel SIL requerido por una función instrumentada de seguridad. Constituye un análisis de las distintas capas de protección disponibles en un determinado proceso, evaluando el riesgo del mismo para los diversos escenarios y comparando los resultados con el riesgo admitido, definido previamente en base a los criterios de aceptabilidad de la empresa. Esta comparación permite definir si las capas de protección existentes son suficientes, o se requiere incorporar nuevas protecciones al sistema (función de seguridad u otro tipo de protección).

El análisis LOPA representa una metodología que permite comparar de forma directa la contribución de las distintas capas de protección existentes a la reducción del nivel de riesgo del proceso.

La metodología se desarrolla por medio de las siguientes etapas:

  1. Identificación de los escenarios (par causa-consecuencia) que formarán parte del estudio. Normalmente se toma como dato de entrada el reporte del estudio Hazop realizado previamente al proceso.
  2. Evaluación de la severidad de las consecuencias de cada escenario. Esta evaluación se realiza en base a los criterios propios de cada organización y la misma define el valor de riesgo tolerable.
  3. Identificar los diversos eventos iniciadores y definir la frecuencia de ocurrencia de los mismos. Para esta tarea se utiliza información de bases de datos realizadas por expertos y datos operativos de la planta (reportes de incidentes si se trata de un proceso existente).
  4. Identificar eventos habilitadores y modificadores condicionales. Los primeros son condiciones que deben estar presentes para que ocurra el escenario evaluado (ej: frío extremo), mientras que los modificadores condicionales introducen un valor de probabilidad de que la consecuencia final evaluada ocurra (ej: presencia de personal, probabilidad de ignición). Ambos parámetros modifican la probabilidad de ocurrencia del evento final analizado.
  5. Identificar las diferentes capas de protección exitentes (IPL) y definir su probabilidad de fallo bajo demanda (PFD). Una IPL constituye un mecanismo, acción o sistema que es capaz de prevenir el desarrollo del escenario hasta llegar a la consecuencia final no deseada.
  6. Estimar la frecuencia final del escenario. Para esto se debe contemplar la frecuencia inicial del evento, los eventos habilitadores/modificadores condicionales y las IPLs existentes.
  7. Evaluar el riesgo obtenido. En esta última etapa se debe comparar el riesgo obtenido con el criterio de aceptabilidad establecido en la etapa 2 (dependiendo de la consecuencia final), debiendo incorporase protecciones adicionales si el riesgo resulta no tolerable. Una posibilidad es la incorporación de una función de seguridad cuyo nivel SIL permita otorgar la protección adicional requerida al sistema.

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